Escuela secundaria: "Es necesario reducir contenidos y profundizar"

Pablo Narvaja, especialista en Educación, advirtió que está en crisis el “modelo de bachillerato”. Dijo que es difícil lograr aprendizajes significativos cuando el docente tiene que enseñar cien temas anuales.

Los resultados de los alumnos argentinos en las evaluaciones educativas son regulares a malos. En las evaluaciones internacionales, como PISA, quedan aún más expuestas las grietas en la calidad de lo que se enseña y aprende en las escuelas del país porque nos comparamos con el resto del mundo y no nos va muy bien. 

Sin embargo, para algunos especialistas en educación como Pablo Narvaja, doctor en Letras en Suiza, director del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), quien además fue secretario permanente del Consejo Nacional de Educación, Trabajo y Producción y se desempeñó en la UNESCO y el Ministerio de Educación, “las evaluaciones son imágenes con datos del estado de la educación, como cuando un médico toma la presión o la temperatura de un paciente para ver su estado clínico, pero estos valores no muestran todo el sistema educativo”, argumentó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. 

A su entender, “debemos recuperar la autoestima del sistema escolar, no quiero dar una imagen rosa de la educación pero no creo que seamos tan malos. El tema es dónde se enfoca la atención con dos pruebas de evaluación educativa que midieron el aprendizaje en matemática, lengua, ciencias sociales y naturales. Creo que hay que considerar el rol del sistema dentro de la sociedad: ver la distribución del ingreso en la Argentina, quiénes son los beneficiarios de planes sociales o quiénes son los que menos acceso tienen a vivir dignamente... porque éstos son los que menos han recorrido el sistema escolar. A menos educación, mayor necesidad de ayuda social, mayor desempleo; a mayor educación, mejor ingreso, mayor acceso a una vivienda digna. Estas estadísticas son reales en Argentina. Por lo que, si bien hay mucho para mejorar, también es cierto que hay muchos docentes y personal directivo que se ponen al hombro, todos los días y en condiciones adversas, la tarea de educar”, destacó Narvaja.

“Está en crisis el formato bachillerato”
La mitad de los alumnos argentinos no termina la secundaria en menos de seis años. “La pregunta que debemos hacernos es porqué sucede esto, y hay un montón de factores a tener en cuenta. Todos los análisis de procesos de investigación nos muestran que no hay una sola respuesta simplista. La diversidad cultural, de procedencias sociales, de intereses y necesidades, dificulta mucho que la educación secundaria sea percibida como algo útil por algunos sectores sociales”, indicó.

A su entender, lo que está en crisis es el “formato bachillerato” de la educación secundaria. “Este formato está en crisis en relación al avance científico tecnológico, de las concepciones más modernas de educación como el aprendizaje a partir del trabajo, de las certezas que transmite un currículum enciclopedista tan alejadas de la realidad que viven los estudiantes, ante el uso de la palabra hablada o escrita cuando para los jóvenes la acción está por encima de la palabra. Ellos aprenden mejor matemática si tienen que trabajarla en el campo y utilizarla como una herramienta a que si la tienen que aprender de memoria y resolver problemas ficticios. A eso me refiero cuando el problema de la inclusión y retención en el secundario es multivariado y debemos animarnos a plantear nuevos esquemas”, argumentó. 

Cuestionó que en el país “seguimos trabajando con la idea de alumnos estándares, sin tener en cuenta las diferencias culturales locales, y esto no es un problema de los docentes sino de los que diseñan las políticas educativas”

También criticó la persistencia en el sistema de docentes con sus horas dispersas en muchas escuelas, “ya no son docentes taxis sino docentes bondi, que no conocen a sus estudiantes. En contraposición, como para tener en cuenta, en la escuela básica de Finlandia que dura nueve años, los alumnos tienen el mismo docente de primero a sexto grado y ésto posibilita que conozcan a sus alumnos y puedan guiarlos en su proceso de aprendizaje. En Argentina, hay docentes secundarios que trabajan en cinco escuelas por lo que, a duras penas, conocen a sus alumnos y no pueden darle el tiempo necesario que a veces requieren fuera del horario de clases. Es que si quedan quince minutos después de clases hablando con un estudiante o un padre, llegan tarde a su siguiente clase”, indicó. 

Precisamente, la concentración de horas de los docentes en una institución, las prácticas laborales de los alumnos de los últimos y la organización de los aprendizajes son algunos de los cambios que quiere implementar el Gobierno nacional con la iniciativa Secundaria 2030. 

“A los alumnos les enseñan 30 temas semanales”
Otra cuestión que se debe discutir en Argentina es la cantidad y calidad de los contenidos que se enseñan en las escuelas. “Según nuestras investigaciones, cada materia del secundario tiene que enseñar unos cien temas al año para cumplir el programa. Si tenemos en cuenta que los alumnos tienen entre diez a doce materias anuales, estamos hablando de unos 1.200 nuevos contenidos por año y 30 por semana. No podemos pedir a los docentes que realicen un trabajo significativo con los alumnos, para que estos profundicen y desarrollen estrategias de aprendizaje efectivas que les permita dominar las habilidades del siglo XXI; y al mismo tiempo exigirles que desarrollen 25 a 30 temas por semana, tres por cada materia. Éstas son las contradicciones que dejan al docente con un profundo malestar porque ellos saben cómo enseñar pero no tienen las condiciones objetivas para hacerlo. Es necesario reducir contenidos y profundizar, hoy los conocimientos están accesibles pero son los procesos intelectuales los que los vuelven conocimientos. Estos procesos tienen que ser objeto de la enseñanza”, explicó. 

Narvaja señaló además la selección de los contenidos que se enseñan,“¿cómo es posible que conozcamos toda la historia europea y no sepamos lo que ocurre en el Paraguay moderno, después de la Revolución de Mayo? No sabemos nada de los pueblos con los que estamos destinados a vivir juntos, tanto por una cuestión histórica como por cercanía geográfica”. 

“Se está notando el ajuste en educación”
Para el especialista, se está notando el ajuste presupuestario en el área educativa y manifestó su preocupación porque “es muy difícil salir de la pobreza si afectamos los recursos de educación, tampoco se puede decir 'ajusto ahora para estar mejor después' porque el tiempo de no formación es muy caro, el cierre de los programas de terminalidad o de alfabetización de adultos, o el cierre de escuelas rurales, de centros de formación profesional y de educación especial son hechos muy graves... creo que Sarmiento se debe estar revolcando en su tumba”, señaló. 

En este sentido, indicó su apoyo a la marcha convocada para ayer por los gremios docentes, “porque qué país podemos lograr sin educación, o con educación solo para los que pueden pagar su costo, pues así la brecha social se va a ampliar y esto termina cuestionando el rol del Estado como aglutinador de una sociedad. Achicar la inversión en educación es como serruchar la rama en la que estamos parados”.   


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